Pese a la incertidumbre que existía sobre su futuro, el volante chileno fue titular ante Mallorca. Anotó un gol, fue amonestado y salió en el entretiempo.
Las negociaciones sobre su futuro le importaban poco a Arturo Vidal en medio de la pandemia. El volante tenía clara su intención: pelear por un puesto de titular y ganar todo con el Barcelona. “Me siento mejor que nunca”, decía. Hoy, ante Mallorca, dio el primer paso.
Pese a la incertidumbre que existía sobre su futuro, Vidal fue titular en el equipo de Quique Setién por la fecha 28 de la Liga Santander. El chileno se demoró menos de dos minutos en demostrarle al DT que tuvo razón: anotó la apertura de la cuenta.
El duelo recién había comenzado, cuando Vidal comenzó a correr al centro del área rival. Jordi Alba, su amigo, lanzó un centro perfecto que el jugador de la Roja aprovechó de forma precisa. El ex Bayern Munich conectó un cabezazo para celebrar el primero.
El gol de Vidal fue el desahogo para un Barcelona que no jugaba hace tres meses, y que minutos más tarde extendió a través de Martin Braithwaite. El chileno, en tanto, demostró de entrada que aún puede ser un aporte en la élite del fútbol europeo.
La tarjeta amarilla antes de ir al descanso complicó el escenario de Vidal en el encuentro ante Mallorca. El DT optó por dejarlo en la banca durante el segundo tiempo, y mandó a la cancha a Iván Rakitic. Barcelona, al final, goleó con otros dos goles de Alba y Lionel Messi.
FUENTE: DIARIO AS CHILE